Fue un diálogo corto, pero reconfortante. La ganadora de la medalla de bronce por EE.UU. en salto por equipo ecuestre, Eve Jobs, hija del creador de Apple, Steve Jobs, conversó con un grupo de voluntarios de la sede de la Escuela de Equitación del Ejército en La Molina y agradeció la labor que realizan los voluntarios a favor de los competidores.
Sencilla en el trato, Eve Jobs aceptó posar para las fotografías con este grupo de jóvenes que le solicitaron eternizar el momento y, sorteando al grupo de seguridad que la acompaña en estos Juegos Panamericanos, se tomaron el registro y, ella, lo compartió en sus redes sociales como parte de la experiencia que vive en nuestra capital.
Jorge Farfán (20), voluntario y estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima, testimonió que, inicialmente, no estaban muy seguros de acercarse –básicamente- por el grupo de seguridad que la rodeaba. Luego, contó, que se soltaron un poco, dialogaron y destacó la sencillez de la hija del creado de Apple, quien conversaba sin mayores sobresaltos, ni apuros. Eve Jobs destacó en la primera ronda de saltos de ecuestres.
Recordó, luego de conversar con la deportista, como anécdota, que el día que salió elegido como voluntario se hizo una pregunta inicial ¿qué es Ecuestre? Unos minutos antes, a su correo electrónico, había llegado la comunicación oficial que había sido elegido como Voluntario de los Juegos Panamericanos Lima 2019 y designado a esta competencia.
Era marzo del 2019 y no pensó que cinco meses después, durante una prueba de saltos por equipos, iba a intercambiar algunos diálogos con Eve Jobs, la hija del creador de los equipos tecnológicos de Apple, Steve Jobs. Y más allá de esta experiencia, Jorge destacó el hecho que la organización pensara en todos para lograr este acontecimiento multideportivo más importante de la región.
Él tiene un mal irreversible, esclerosis muscular espinal, una enfermedad que no conecta las órdenes del cerebro hacia los músculos y, por lo tanto, no puede caminar. Para movilizarse, utiliza una silla de ruedas eléctrica, que le permite ser independiente en las tareas diarias.
“Y eso es lo que destaco, si no fuera porque el Comité Organizador pensó que desarrollar unos Juegos Panamericanos inclusivos, donde las personas con discapacidad podamos ser parte de este evento único en el país, no estaría aquí: los accesos para las sillas de ruedas, los lugares especiales en cada una de las sedes de competición para las PCD (Personas con discapacidad) son una forma de decirnos que nosotros somos parte, que podemos y que somos importantes”, enfatizó.
Los Juegos Panamericanos no solo, como dice Jorge, es un evento multideportivo más importante del continente, sino que la organización logró que participen todos los peruanos, sin distinción, porque todos somos anfitriones y jugamos todos.