La construcción y mejoramiento de las sedes de Lima 2019 tuvo un impacto directo en la forma de la ciudad y su relación con sus entornos urbanos y los ciudadanos. Las sedes no pueden ser ajenas a la ciudad, por ello, en el Proyecto Especial Legado buscamos integrarlas con el tejido urbano, abriendo espacios de uso público para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que inviten a las personas a sentirse más cerca del Legado.
En coordinación con las municipalidades y socios estratégicos, se busca aportar a la mejora de los alrededores de las sedes, promover la conectividad con los sistemas de transporte masivos y el impulso de infraestructura para la movilidad sostenible - como ciclovías - para facilitar que más personas accedan de manera segura a las sedes y disfruten del deporte y sus beneficios.
Por su parte, la Villa Panamericana, con sus 1,096 departamentos, es una adición importante al inventario de viviendas de la ciudad y el resto de las 45 hectáreas. A través de la Villa buscamos incidir en la generación de modelos innovadores de gestión del suelo, mientras se crea un modelo de desarrollo urbano que combine distintos usos y servicios.
Lima 2019 hizo historia al ser los primeros Juegos con huella de carbono neutral. El legado ambiental nos ofrece el potencial para crear sinergias con otros pilares de legado, seguir escalando estas buenas prácticas de gestión ambiental, apoyar a impulsar su implementación en otros grandes proyectos y poner en agenda la importancia del reto de la conservación de nuestros recursos y el planeta.