El Para atleta colombiano Mauricio Valencia vive bajo un lema: todo o nada. Eso lo ha llevado al éxito: es campeón de cada uno de los certámenes del ciclo olímpico. Pero, aunque sus triunfos forman una lista interminable, aún tiene clavada la espina de no haber regresado a casa con una medalla de Oro después de los Juegos Parapanamericanos Toronto 2015.

En los últimos Juegos Parapanamericanos solo ganó dos medallas de Plata: lanzamiento de bala clase F32/33/34 y lanzamiento de jabalina clase F34/57. "Fue una competencia muy difícil y, a pesar de estar contento por haber ganados dos de Plata para Colombia, sigo creyendo que pude hacer más", dijo acerca de su última participación en esta cita continental.

La historia había sido totalmente diferente en 2011, cuando ganó un Oro en los Juegos Parapanamericanos en Guadalajara, una de las primeras competiciones internacionales en las que participó profesionalmente y de la que tiene el mejor recuerdo.

Su carrera empezó a consolidarse tras los Juegos Paralímpicos Río 2016 y el Mundial Paralímpico de Londres en 2017. En ambos torneos, Mauricio Valencia se quedó con el primer lugar del lanzamiento de jabalina clase F34/57. “Yo trabajo al máximo siempre, no me guardo energía. Con eso, competir es más sencillo”, ha contado.

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Él sabe que llegar a donde está no fue fácil y tuvo que sacrificar muchas cosas para ser exitoso en el mundo paralímpico. Además, está seguro de que su esfuerzo ha dejado una huella imborrable para su país y que se ha convertido en una fuente de inspiración para muchos. “Mi consejo para las personas con alguna discapacidad es que tengan fe en ellas, que crean que pueden hacer las cosas”.

Día a día, desde las ocho de la mañana está listo para empezar con su rutina de ejercicios de fortalecimiento y tonificación de músculos en el gimnasio. En la tarde, visita el único lugar en el que está tan cómodo como en casa: el campo de atletismo. Allí, su entrenamiento incluye hasta 40 lanzamientos de jabalina con su glorioso brazo derecho que no hacen más que pulir su técnica y aumentar sus distancias. 

En su mente ahora solo hay una cosa: Lima 2019. Su motivación está al tope y viene trabajando muy duro junto a su entrenador para estar en los Juegos Parapanamericanos y ganar los eventos de lanzamiento de jabalina, de bala y de disco. Ese es su próximo gran objetivo.